no te odio.
no te amo.
no te espero.
hubo un tiempo en que sí,
en que todo giraba alrededor
de tus gestos mínimos,
de tus silencios largos,
de si respondías un mensaje
con punto o con corazón.
ese tiempo ya no es.
ahora me despierto solo,
pero no vacío.
pongo el café,
abro la ventana,
dejo que el día entre
sin hacer preguntas.
no te maldigo.
tampoco te bendigo.
simplemente te recuerdo
como se recuerda una vieja casa:
con cariño,
pero sin querer volver.
todo fue lo que fue.
nada más.
nada menos.
y aunque el corazón
a veces todavía busque tu nombre
en las sombras de otras,
yo ya entendí.
que hay amores que no se olvidan,
pero sí se sueltan.
y eso también es una forma
de seguir viviendo.
El olvido y el perdón van de la.mano?
ResponderBorrarno, no lo creo...una cosa es olvidar y otra es dejarlo pasar
ResponderBorrar