Como un faro victorioso y coronario
el sacro escudo de incienso
desciende sobre la bicóncava herida de cromo
que fermenta en mi postrero antebrazo
cariado por las eyaculaciones del sol.
Como un faro victorioso y coronario
el sacro escudo de incienso
desciende sobre la bicóncava herida de cromo
que fermenta en mi postrero antebrazo
cariado por las eyaculaciones del sol.
Te pienso en la sombra, en el rincón donde el tiempo se pudre lento, como un verso de Gelman que no encuentra luz, como un trago amargo que ...
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