Como un faro victorioso y coronario
el sacro escudo de incienso
desciende sobre la bicóncava herida de cromo
que fermenta en mi postrero antebrazo
cariado por las eyaculaciones del sol.
Como un faro victorioso y coronario
el sacro escudo de incienso
desciende sobre la bicóncava herida de cromo
que fermenta en mi postrero antebrazo
cariado por las eyaculaciones del sol.
ya entendí que no fue un mal momento ni el estrés ni “ no sos vos, soy yo ” fui yo yo que creí yo que no supe irme cuando todavía podía hace...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario