te encontré
como quien encuentra
un billete olvidado
en el bolsillo de un abrigo
no lo esperaba
pero de pronto
el día brillaba
tú
apoyada en la ventana
bebiendo café
como si el mundo
fuera un pequeño cuenco tibio
entre tus manos
yo pense:
esto es
lo que WC Williams diria
con una sola imagen
una fruta sobre la mesa
la luz inclinada
y tu nombre
quieto
como si pudiera sostenerlo
pero Prévert
me soplo al oído
que el amor
no se explica
se deja caer
se desordena
como papeles de colores
lloviendo sobre una plaza
así que vengo
con mis bolsillos llenos
de palabras simples
para decirte:
qué milagro
que estés aquí
sentada
respirando conmigo
en esta mañana
que no pedí
y sin embargo
me lo da todo.
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