sino de una
úlcera mental
con garras,
con dientes,
con pus de universo.
¡Arránquense los párpados!
que se perpetra en silencio.
¿Quién me dio este cuerpo?
Este saco de nervios
que chilla en sueños
y se pudre con cada pensamiento.
No hay Dios en mi saliva,
sólo espinas,
¡sólo vómito de siglos!
¿Y tú?
—lector hediondo—
te bebes la palabra
como si fuera vino,
cuando es
sangre coagulada
del verbo que se suicidó
al decir: yo soy.
Yo no soy.
Soy el cuchillo que se niega a cortar,
el alarido sin garganta,
la sombra del útero antes del útero.
¡No recen por mí!
Escúpanme
en la frente,
con amor.
Porque yo,
yo soy
el cadáver que aún respira
con dientes
de fuego.
Sigue respirando. Feliz cumple!! ( aunque voy con retraso)
ResponderBorrargracias....tambien por pasarte
ResponderBorrar