domingo, 24 de agosto de 2025

Te quise como un imbécil

Te quise

como se quiere a una mala idea a las tres de la mañana:

con hambre, con prisa, con las manos temblando.

Te quise sabiendo que ibas a romperme,

y aun así,

me dejé abierto como botella barata.


No eras especial.

Y yo tampoco.

Pero había algo en tus piernas,

en tu manera de mentir sin pestañear,

que me hacía olvidar

que el amor también mata,

no con cuchillos,

sino con domingos vacíos

y mensajes que nunca llegan.


Te escribía poemas con olor a cigarro y desvelo,

mientras tú andabas ocupada

olvidándome en la cama de otro.

Y yo, idiota,

aún pensando que todo eso era amor.


No.

Era necesidad.

Era sexo con culpa.

Era abrazar un incendio

para no morirse de frío.


Ahora ya no te odio.

Ni te quiero.

Ni me importas.

Solo me acuerdo de ti

cuando el alcohol toca fondo

y el silencio me vuelve a preguntar

por qué carajos te dejé entrar.


Y entonces,

vuelvo a decir tu nombre en voz baja,

como una herida que aún supura,

como un perro

que sigue lamiéndose el recuerdo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Ya Entendí

ya entendí que no fue un mal momento ni el estrés ni “ no sos vos, soy yo ” fui yo yo que creí yo que no supe irme cuando todavía podía hace...