Ella dejó su cepillo de dientes y su olor a jazmín.
Él siguió poniendo dos tazas de café cada mañana.
La suya se enfriaba siempre primero.
ya entendí que no fue un mal momento ni el estrés ni “ no sos vos, soy yo ” fui yo yo que creí yo que no supe irme cuando todavía podía hace...
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