viernes, 18 de julio de 2025

Órgano de Niebla

En el bolsillo de una nube

guardabas pétalos de LSD,

y yo, colgado del aliento de un cometa,

bebía tus pupilas dilatadas.


Tu risa era un caleidoscopio roto,

y cada fragmento me hablaba en lenguas

que sólo las luciérnagas sordas comprenden.

Te amé como se ama una sobredosis de sol.


Las paredes goteaban versos anfetamínicos

mientras tus dedos —caminos de opio—

dibujaban galaxias sobre mi pecho

con tinta de adiós y saliva de unicornio.

Amor,

esa palabra que huele a gas mostaza

y sabe a terciopelo mojado en morfina,

me cosía la carne con hilos invisibles

hechos de tus latidos acelerados.


Bailamos sobre la cuerda floja del insomnio,

con un corazón en cada mano,

y los relojes derretidos nos gritaban

que el tiempo era solo una alucinación compartida.


Luego desperté.

Pero aún sangraban mariposas

de la herida que dejaste

en la esquina más sucia de mi realidad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Ya Entendí

ya entendí que no fue un mal momento ni el estrés ni “ no sos vos, soy yo ” fui yo yo que creí yo que no supe irme cuando todavía podía hace...