viernes, 18 de julio de 2025

La escalera que olvida sus peldaños

Una ballena fuma en la biblioteca

mientras las palabras se derriten

como relojes en ayuno.

Las estanterías gritan nombres

que nunca existieron,

y un pez con sombrero de copa

lee a Baudelaire en braille de luz.


El cielo se desabotona

para dejar caer nubes en forma de cucharas,

que revuelven el café de los pensamientos

que nadie pensó jamás.

En una taza, una ciudad duerme,

sus calles son lombrices que tararean tangos

y las farolas bostezan tinta azul.


Un cuervo recita ecuaciones

en la lengua muerta del mármol,

mientras un maniquí, vestido de médula,

baila con una flor que llora cenizas.

Todo es normal

en la catedral de lo imposible,

donde los espejos no reflejan

sino recuerdan.

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