martes, 6 de abril de 2021

hundimos la nariz como perros de presa
tras el rastro del corazón de nuestra
generación perdida
y lo hallamos agonizando
en el centro de la noche
en las bocas desertoras
en manos de poetas que
escriben su poesia con sistemas
bien estudiados
pulcros y aseados
con todos sus dientes y
hermosas manos palidas.

a cambio entregamos en ofrenda
nuestro corazón a la noche
y nuestros latidos
para traer al sol
pero el sol agonizaba
en las ventanas sin pulso
de la aurora
de nuestra generación perdida
en la luna
de nuestros tiernos suicidas.

Y decidimos sumarnos al desfile
hacia la cima de la gran montaña
dónde el olvido espera
por nuestras extraviadas almas
hijos de esta generación perdida.

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